Del diagnóstico al compromiso: balance empresarial de ‘Obras por impuestos’
Más de 200 empresas colombianas han dirigido parte de sus obligaciones tributarias en proyectos que transforman regiones. Así avanza el modelo ‘Obras por impuestos’ después de ocho años.

En el marco del evento ‘Los empresarios y su compromiso con el país’, organizado por Prisa Media, se desarrolló el panel “Ocho años de la iniciativa ‘Obras por Impuestos’: ¿cómo este modelo ha aportado al desarrollo del país?”, un espacio de balance y proyección de este esquema de financiación alternativa para la inversión pública.
La Ley 1819 de 2016 reglamentada mediante el Decreto 1915 de 2017, permite que las empresas destinen hasta el 50 % del impuesto de renta a la ejecución directa de proyectos de infraestructura en zonas afectadas por el conflicto armado o con altos índices de pobreza. A través de convenios o esquemas fiduciarios, las compañías pueden intervenir en sectores como educación, salud, energía, vías terciarias y agua potable.
Desde su puesta en marcha, se han ejecutado más de 300 proyectos en al menos 150 municipios, con una inversión cercana a los 2,6 billones de pesos y la participación de más de 800 empresas del país. Aun así, durante el panel, los invitados coincidieron en que la iniciativa aún está lejos de alcanzar su potencial transformador y que es necesario fortalecerla con ajustes normativos, mayor articulación territorial y una visión a largo plazo.
Participaron como panelistas Camilo Marulanda, presidente de Isagen; Frank Pearl, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, y Fredy Zuleta, gerente General de Enlaza del Grupo Energía de Bogotá. Todos compartieron su experiencia desde el sector privado, hicieron un balance de los avances en estos ocho años y plantearon los retos que el modelo debe afrontar para lograr un desarrollo más equitativo.
Logros en zonas históricamente excluidas
Los panelistas reconocieron que ´Obras por Impuestos´ha sido una alternativa efectiva para intervenir en territorios de difícil acceso. Marulanda aseguró: “Hemos desarrollado más de 60 proyectos en ocho departamentos, con una inversión de más de 55.000 millones de pesos”. Destacó que muchos de ellos han beneficiado directamente a comunidades rurales, con un enfoque especial en infraestructura educativa.
Zuleta, por su parte, señaló que el modelo ha permitido avanzar en zonas donde el Estado tiene dificultades para operar. “Aún si el gobierno fuera capaz de hacer las cosas con la misma eficiencia del privado, ´Obras por impuestos´ sigue siendo válido, pues no siempre hay una alineación efectiva que permita llegar a todos los territorios”, afirmó. También indicó que el mecanismo ha sido clave para generar valor social y confianza en territorios que históricamente han sentido la ausencia del Estado.
Aprovechamiento y fortalecimiento de capacidades locales
Pese a los avances, los panelistas reconocieron que el modelo no está siendo debidamente aprovechado. Frank Pearl lo expresó de forma contundente: ”Hay que reconocer que hay municipios que no son PDET y no son ZOMAC, pero que tienen una categoría que podría beneficiarse del mecanismo de obras por impuesto” . Añadió que en cada ciclo se quedan proyectos sin financiación debido al límite del cupo fiscal.
Marulanda hizo énfasis en la necesidad de consolidar el marco normativo: “Hay un montón de decretos alrededor de este tema, que son dispersos, van en complejo, hay que tener una mayoría normativa” . La dispersión jurídica, coincidieron, ha dificultado tanto la participación empresarial como la ejecución de los proyectos.
Otro desafío relevante es la capacidad de los gobiernos locales para formular y acompañar las obras. Pearl afirmó que “es necesario fortalecer las instituciones locales” para que la sostenibilidad de los proyectos no dependa únicamente del sector privado.
Mayor articulación y ambición colectiva
De cara al futuro, los panelistas insistieron en que el modelo debe ampliarse y articularse mejor con otras políticas públicas. Zuleta propuso que “podríamos ir creciendo el tamaño de los proyectos o podríamos articular los esfuerzos de varias compañías para hacer algo que haga la diferencia”. Señaló que esa cooperación permitiría generar transformaciones más profundas.
Finalmente, Marulanda subrayó la necesidad de mantener y fortalecer la iniciativa más allá de los gobiernos de turno: “Hay que definir si es un tema que va a ser una política de largo plazo, porque cada vez que hay una reforma tributaria es un tema que lo tratan de matar”. Recalcó que el mecanismo tiene resultados comprobables y puede ser clave para cerrar brechas estructurales si se toman las decisiones adecuadas.
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