CIDH alerta por impunidad y brutalidad en crímenes contra personas LGBTI en Colombia
Tras el asesinato con sevicia de una mujer trans en Antioquia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuestionó la falta de respuestas efectivas del Estado colombiano ante una violencia que no cesa.
El crimen de Sara Millerey González Borja, una mujer trans asesinada el 6 de abril en Bello, Antioquia, expuso con crudeza una realidad que persiste en Colombia: la violencia por prejuicio contra personas LGBTI. Torturada, con múltiples fracturas y abandonada aún con vida, Sara murió horas después en un hospital. Su caso no es aislado.
Según la Fiscalía, 35 personas LGBTI han sido asesinadas en lo que va del 2025, mientras que, en 2024, la Defensoría del Pueblo reportó 287 casos de violencia motivada por prejuicio, entre ellos al menos 30 asesinatos de personas trans.
La CIDH advirtió que estos crímenes son expresión de una violencia estructural amparada en la impunidad, los estigmas y la débil presencia estatal, sobre todo en zonas golpeadas por el conflicto armado. Aunque una persona fue capturada por el crimen de Sara, el organismo cuestiona que muchas investigaciones siguen sin avanzar o no se realizan con enfoque de género.
“La omisión del deber de investigar o hacerlo de forma deficiente puede convertir al Estado en responsable”, advirtió la Comisión, que también pidió medidas urgentes para evitar que estos crímenes se repitan y estrategias culturales que rompan con los prejuicios que los legitiman.
En su visita a Colombia en 2024, la CIDH ya había documentado barreras sistemáticas que enfrentan las víctimas LGBTI para acceder a la justicia. Hoy, con cifras que no bajan, vuelve a prender las alarmas.
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