Liberan a Lyan Hortúa, menor de 11 años que había sido secuestrado por disidencias Farc en Jamundí

Lyan Hortua, el niño de 11 años secuestrado el pasado 3 de mayo en zona rural de Jamundí, fue liberado y ya se encuentra con su familia, según confirmó la Defensoría del Pueblo.

En un mensaje publicado en redes sociales, la entidad informó que su regional en el Valle del Cauca recibió a Lyan y verificó que está en libertad. “No queremos más noticias de dolor, menos para los niños y niñas”, señaló la Defensoría en su cuenta de X.

Minutos después, la defensora del Pueblo, Iris Marin, amplió la información en una declaración en video. “Tenemos una buena noticia para el país: Lyan Hortua está en libertad, nos fue entregado a la Defensoría del Pueblo y también a la familia”, expresó. Según indicó, el menor se encuentra en buen estado de salud, aunque deberá someterse a chequeos médicos para confirmar que está completamente bien.

La funcionaria aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a los grupos armados. “Tienen que respetar el derecho internacional humanitario, respetar la vida y la libertad de todas las personas, pero especialmente la de los niños y niñas. Ellos deben estar fuera de la guerra y fuera de la violencia”, enfatizó.

Al respecto, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, agradeció los esfuerzos de la Defensoría y celebró el regreso a la libertad del joven en una publicación de X diciendo: “Desde el corazón de nuestras Fuerzas y con el alma de la patria entera: ¡Bienvenido a la libertad, Lyan!“.

“Hoy celebramos la vida, la esperanza y el reencuentro. La libertad de Lyan, un niño que nunca debió ser separado de su hogar, representa una victoria de todos los que creemos en un país donde la niñez se respeta y se protege”, afirmó.

Otra funcionaria que reaccionó a la liberación del menor fueron la Gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, quien dijo que “su regreso a casa representa el clamor de toda la comunidad vallecaucana unida por la defensa de la vida y la libertad”.

Por su parte, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, resaltó la labor de la Defensoría del Pueblo y la Policía Nacional, afirmando que se trató de “un delito de lesa humanidad que nunca ha debido ocurrir”.

Lyan fue secuestrado por cinco hombres armados y encapuchados que irrumpieron en su casa en Potrerito, Jamundí. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que fue sacado sin camiseta ni zapatos. Su madre, Angie Bonilla, había alertado que el niño sufre de una condición médica que requiere atención permanente.

Organismos como la Arquidiócesis de Cali, la ONU y la propia Defensoría del Pueblo intercedieron por su liberación. Las autoridades atribuyeron el rapto a la estructura armada Jaime Martínez, una disidencia de la extinta guerrilla de las FARC-EP.

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